El estancamiento en la COP29 provoca el abandono de países en desarrollo

by Mundo Ejecutivo EU

La crisis de la COP29 en Bakú

Durante la COP29 que se lleva a cabo en Bakú, han surgido tensiones significativas entre los países en desarrollo y las naciones más ricas. Activistas climáticos de los pequeños estados insulares y varios países africanos han decidido abandonar la sala de negociación tras sentirse ignorados en las discusiones sobre financiación climática. Este acto decisivo refleja un profundo malestar hacia la falta de consulta y consideración que estos países consideran esencial para lograr un acuerdo justo.

Demandas de financiación climática

El grupo negociador que representa a las naciones menos desarrolladas, junto con la delegación de pequeños estados insulares, alude a su llegada a la cumbre con la esperanza de cerrar un acuerdo que aborde sus necesidades críticas. Sin embargo, han expresado su dolor por no sentirse escuchados. Cedric Schuste, el líder del grupo negociador de los países insulares, declaró a los medios que “estamos aquí para negociar, pero nos marchamos porque no nos sentimos escuchados en este momento”.

Divergencias en las cifras

Un punto central del conflicto en Bakú radica en la cantidad que las naciones industrializadas están dispuestas a destinar para apoyar a los países en desarrollo en la transición climática y en la adaptación a los impactos del calentamiento global. Los países en desarrollo buscan movilizar un montante de 500.000 millones de dólares anuales para 2030, mientras que el compromiso actual de las naciones ricas asciende solo a 250.000 millones para 2035, lo cual resulta insuficiente en comparación con la realidad que enfrentan los países vulnerables.

El papel de Latinoamérica y el Caribe

Los estados latinoamericanos y del Caribe han intentado actuar como mediadores entre los países menos desarrollados y los países ricos, destacando la importancia de no dejar que esta cumbre termine sin un acuerdo. Juan Carlos Monterrey, enviado especial del clima de Panamá, enfatizó la necesidad de salir de Bakú con un pacto que no repita los fracasos de cumbres anteriores, como la de Copenhague en 2009, que también se vio marcada por la falta de consenso.

Desafíos de la negociación

La falta de transparencia en las negociaciones ha sido otro punto de crítica. Ana Aguilar, la negociadora principal de Panamá, señaló que la presidencia azerí de la cumbre ha mantenido reuniones selectivas, lo que ha dejado a muchos países en la oscuridad respecto a las discusiones clave. La falta de un proceso inclusivo ha generado desconfianza entre las naciones en desarrollo, que necesitan garantizar que sus preocupaciones se escuchen y se incorporen en los acuerdos finales.

A dónde nos dirigimos?

La postura de todas las partes en la COP29 será crucial no solo para el futuro inmediato del evento, sino también para cocinar una respuesta global a la crisis climática. Mientras que algunos países piden un acto decisivo y valiente de parte de los países ricos, otros cuestionan la substancia de las propuestas que han circulado hasta ahora. El futuro de la asistencia financiera es un tema que debe avanzar urgentemente si se quiere ver algún progreso real en la lucha contra el cambio climático.

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